Sandy Wilkinson, director del proyecto Iberian Books, acaba de anunciar el hallazgo de un ejemplar desconocido de la edicíon de Sevilla: Cromberger, “finales de noviembre” de 1525 (BETA copid 8991). Fue descubierto por el profesor Neil Harris, de Udine, Italia, entre los fondos de la Biblioteca Comunale Valentiniana de la ciudad de Camerino, todavía cerrada por los estragos hechos en ella por el terremoto de 2016. Véase el blog de Amaranta Saguar García, Por treze, tres publicado el 28 de febrero, para unas consideraciones iniciales.
El colofón, en la foto de Harris, parece exactamente igual al del único ejemplar de la edición conocida hasta la fecha, British Library G.10223 (BETA manid 5806). En adelante, utilizamos la sigla Sev25 para referirnos a esa edición, siguiendo a Francisco Lobera et al. en su edición crítica de 2011. Agradecemos vivamente a Ivy Corfis, directora de TeXTReD, que incluye un corpus de textos electrónicos y facsímiles digitales de ediciones antiguas de Celestina, por proporcionarnos un facsímil digital completo del ejemplar inglés a base de un microfilm:
Sin embargo, si miramos las portadas, la situación es muy distinta:
La portada varía dramáticamente en los dos ejemplares, hasta el punto que en BL G.10223 existe una frase adicional, “E nueuamente añadido el tractado de Centurio”, lo cual acarrea otros ajustes anteriores, sobre todo el empleo de abreviaturas como “q~” y ã donde el ejemplar de Camerino da siempre las formas plenas, que y an. Nótese que las portadas de todas las ediciones crombergianas anteriores, inclusive la recientemente encontrada de Erfurt (BETA manid 5905), incluyen la referencia al Tratado de Centurio (salvo la de 1518-20 [BETA manid 4617], que le da un sesgo completamente diferente: Libro de Calisto y Melibea y dela puta vieja Celestina).
Saguar García, en su blog, nota la semejanza entre la portada del ejemplar de Camerino y la de la siguiente edición de Cromberger, la de 1528 (Sev28, en la nomenclatura de Lobera et al. 2011), que igualmente omite la referencia al “tractado de Centurio.” Por lo tanto, existe una oposición entre BL G.10223 por una parte y el ejemplar de Camerino y Sev28 por otra.
La misma oposición ocurre en el f. a2r, donde el “auctor” se presenta en el famoso acróstico:
Aquí se ve que BL sistemáticamente utiliza las abreviaturas “q~”, ã y ẽ, mientras Camerino utiliza las formas completas, que, an, en, y Sev28 lo sigue en ello. Esto no debe sorprender, dado el análisis de Francisco Lobera (2010:87), de que Sev28 sigue Sev25 “a plana y renglón” (aunque nota que existen diferencias entre los ejemplares de Sev28 de HSA PQ6426 .A1 1528 y BNE R/30275, que no hemos podido ver).
La misma relación existe entre el texto de los tres ejemplares en la plana a1v. Miremos estos pasajes:
Evidentemente tenemos dos emisiones de Sev25. Mercedes Fernández Valladares me recuerda oportunamente (comunicación particular) que “lo habitual en las ediciones de la Tragicomedia es que los cuadernos fueran de dos pliegos conjugados (“cuartos de a dos”, como se decía en la época), resultando cuadernos de 8 hojas con signaturas aiiij+4. De ser así, la forma externa del pliego externo llevaría las planas a1r-a4v / a2v-a7r y su retiración (o forma interna, para ser más precisos) las planas a1v-a4r / a2r-a7v. Es decir, la hoja a3v iría en la cara interna del otro pliego, por lo que según me parece entender el proceso de modificación de la emisión afectaría a los dos pliegos del cuaderno y a cuatro formas, siempre que se compruebe que su estructura es la de un “cuarto de a dos”.” En un momento determinado, el impresor, por motivos desconocidos, decide añadir o suprimir en la portada el “E nueuamente añadido el tractado de Centurio”, hace el reajuste en el molde y tira las hojas de la nueva versión de a1r-a4v y a2v-a7r. Hace exactamente lo mismo con el verso de la hoja, con las planas a1v-a4r / a2r-a7v, ofreciendo un nuevo ajuste. Lo que no sabemos, a falta de fotos, es lo que ocurre con el segundo pliego con la plana a3v.
¿Cómo decidimos la prioridad de las dos emisiones de Sev25? La deducción se impone por si mismo. Por la estrecha relación entre el ejemplar de Camerino y Sev28 es evidente que Sev28 sigue esa emisión, sin la frase y con los variantes en a1v y a2r, y que por lo tanto es la segunda emisión.
Todo esto no pasaría de ser nada más que un ejercicio intelectual interesante para decidir la prioridad de las dos emisiones de Sev25 si no fuera por la posibilidad de tener implicaciones ecdóticas interesantes.
Y es que BL lee “otros” dos veces en el f. a1v, mientras Camerino y Sev28 en el mismo lugar leen “otras”. Ahora, Francisco Lobera y sus colegas escogen “otras” como la lección correcta en su edición, la más solvente de cuantas se han hecho del texto hasta el momento, evidentemente porque concuerda con “particularidades”, su antecedente. Lo curioso es que todas las ediciones antiguas de la Comedia y la Tragicomedia—salvo Zaragoza, 1507—leen unánimamente “otros”. Conjecturan Lobera et al. que los variantes “otros” son un “error de ω16 [el conjunto de las ediciones impresas] pasado a ω16 ‘ [subarquetipo de las Comedias impresas] y a ω21 [el conjunto de las Tragicomedias impresas] pero corregido ope ingenii en Z [Zaragoza 1507], o bien error poligenético en ω16 y en γ1 [subarqetipo de las ediciones hasta 1520 salvo Zaragoza 1507], producido por una fácil asimilación de otras a los sustantivos donaires, avisos y consejos, todos ellos masculinos” (Lobera et al. 2011:580 n. 6.10).
Volviendo al ejemplar de Camerino de Sev25, ¿cómo se explica sus “otras”? ¿Sería otro ejemplo de un cambio poligenético ex ope ingenii? ¿O sería posible que se basara en una edición que tuviera esas variantes ?
Veamos. Según Lobera 2010:84, Sev25 sigue otra edición semejante a las crombergianas I (ca. 1511 [BETA manid 4616]), K (ca. 1513-15 [BETA manid 5224]) o L (1518-20 [“Puta vieja”: BETA manid 4617]). Puedo añadir que el ejemplar de Erfurt (ca. abril de 1516 [BETA manid 5905]) es semejante en todo a esta serie de la década de 1510. Por la comparación de variantes Lobera 2010 deduce que Sev25 no puede depender directamente de ninguna de las ediciones conocidas, por lo cual se ve en la necesidad de crear un subarquetipo γ8 entre el subarquetipo γ7 y Sev25.
¿Variantes ope ingenii o variantes basadas en una edición anterior? Una vez más, la portada sin la frase “E nueuamente añadido el tractado de Centurio” puede darnos la clave. Es evidente que la hoja a1 entera se basa en una edición que no puede ser ninguna de las conocidas, aunque sí podría seguir el subarquetipo γ8. Pero en ese caso, el problema sigue en pie, sólo remontándose al modelo de composición de γ8, que a su vez sería diferente del subarquetipo superior, γ7.
Hay indicaciones para creer que las variantes del ejemplar de Camerino tuvieron su origen en esa segunda emisión de Sev25 y se propagaron de allí a Sev28.
Ahora, lo que sigue es pura especulación, incluso hasta un poco de ficción: sabemos que en 1525 Juan Cromberger, el hijo de Jacobo, se asocia con su padre en la imprenta. Juan, como todo hijo de su padre, sabe más que el viejo. Registrando el depósito (que sabemos por el estudio de Griffin 1986 existía por lo menos en 1528 y probablemente antes), se topa con un ejemplar de una edición de las crombergianas del primer lustro del s. XVI, tal vez la genuina “Sevilla 1502”. El cajista de Sev25 ya tiene la impresión muy adelantada a base de su original de imprenta (o “modelo de composición”, como lo quiere llamar Mercedes Fernández Valladares [comunicación privada]), una edición tal vez de hacia 1515 o después, con la portada como la de I o K, es decir, del subarquetipo γ8. El hijo nota en seguida que la portada de la edición antigua es diferente, que no tiene “E nueuamente añadido el tractado de Centurio.” ¿Por qué? Lee con cuidado “El auctor a un su amigo” a la vuelta. Nota “otras” y en la página siguiente “El autor escusándose a sí mismo”, sin las feas abreviaturas. Emocionado, decide que es importante restaurar la obra a su estado pristino. Hagámoslo humanista, como Alonso de Proaza. Manda al cajista que recomponga las primeras hojas del cuaderno a, a1 y a2 seguro, las posteriores, tal vez. El cajista, experimentado, obedece pero no se cumple (rasgo muy español) para luego hablar con Jacobo, el padre. Este, que conoce muy bien su oficio, y el comercio, decide dejar lo hecho, hecho, pero que de allí adelante que se siga el primero modelo de composición, el subarquetipo γ8.
¿Es posible? Sí. ¿Es factible? No lo sé, pero de una manera u otra hay que explicar la variante “otras”. Tal vez “otras” sea una lectura auténtica de “Sevilla 1502”, que desaparece en los años siguientes al ser cambiada por error, como indican Lobera y sus compañeros (2011).
Nótese que hay un salto de casi diez años desde 1502 hasta la apariencia de la edición I hacia 1511. No se puede descontar la existencia de otras tempranas ediciones crombergianas, como la putativa de 1504 (Iberian Books, n. 16145, y la anotación en el ejemplar de Ripoll de la ed. de Salamanca, 1545) [BETA manid 5865], amén de referencias en catálogos de libreros del s. XIX). Igualmente, “otros” podría haber sido la lectura original (quandoque bonus dormitat Homerus), cambiada después en “otras” ex ope ingenii por un lector atento en 1502, y de allí la lectura en Zaragoza, 1507 y en Sev1525.
Urge tener fotos completas del ejemplar de Camerino, fotos que desgraciadamente tardarán en aparecer dada la crisis del coronavirus. Hagamos votos para que se supere pronto, y no sólo para resolver este pequeño problema ecdótico.
Charles Faulhaber
University of California, Berkeley
Obras citadas
Corfis, Ivy. TexTRed: Portal de recursos digitales hispanicos. Madison, Wisconsin: Board of Regents of the University of Wisconsin, 2015.
Griffin, Clive H. “Un curioso inventario de libros de 1528″. En: El libro antiguo español : actas del Primer Coloquio Internacional, (Madrid, 18 al 20 de Diciembre de 1986). Coord. Pedro Manuel Cátedra García y María Luisa López-Vidriero Abello. Salamanca: Universidad de Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1988:189-224.
Lobera, Francisco J. “La transmisión del texto de La Celestina entre 1520 y 1535″, en La Celestina: Ecdotica e interpretaziones, ed. Franciso Lobera Serrano. Roma: Bagatto Libri, 2010: 61-96.
Rojas , Fernando de. La Celestina. Tragicomedia de Calisto y Melibea. Ed. y estudio Francisco J. Lobera, Guillermo Serés, Paloma Díaz-Mas, Carlos Mota e Íñigo Ruiz Arzálluz, y Francisco Rico. Madrid: Real Academia Española; Barcelona: Galaxia Gutenberg-Circulo de Lectores, 2011