Para Maria de Lurdes Rosa
En el último post exploramos las vicisitudes del epitafio del rey de Chipre en sus dos versiones desde su aparición en el Libro áureo de Marco Aurelio emperador de Fray Antonio de Guevara a través de dos manuscritos y un impreso en España (1619) y otro en Portugal (1730).
Para recordar, citando ese post: “el epitafio proviene de las obras del fabulista Fray Antonio de Guevara, en este caso de su Libro áureo de Marco Aurelio emperador, cuya editio princeps salió en 1528, y de la refundición de aquella obra en el Relox de principes en 1529. A falta de facsímiles digitales de las dos editiones principes, ofrecemos los dos textos según la edición de las Obras completas de Guevara de Emilio Blanco. Nótese que las citas atribuidas a Aristóteles y Tholomeo Arsacides también se encuentran en el Relox de príncipes (lib III caps. lv y lvii).
He aquí el texto del epitafio del desconocido rey de Chipre en el Libro áureo (lib. I carta x):
Siendo yo de edad de treinta y siete años, en la isla de Cethin, que agora es Chipre, tuve un invierno y ay allí un monte que se llama Archadio, en el qual sobre quatro columnas está un sepulchro de un rey muy famoso en vida y piadoso en clemençia, y como me dixesen que tenía unas palabras en derredor escriptas en letras griegas, fui allá por ver tal antigüedad, y las letras dezían esto:
Yo para mí siempre tomé este consejo:
Lo que pude hazer por bien, nunca lo hize por mal.
Lo que pude alcançar con paz, nunca lo tomé por guerra.
Los que pude vençer por ruegos, nunca los espanté con amenazas.
Lo que pude remediar secreto, nunca lo castigué público.
Lo que pude corregir con avisos, nunca los lastimé con açotes.
Lo que castigué en público, primero lo avisé en secreto.
Y finalmente, jamás castigué una cosa sin que primero no huviese perdonado quatro.
Yo tengo dolor por lo que castigué y gran alegría por lo que perdoné.
Porque nascí como hombre, mi carne comen aquí los gusanos; y porque biví como virtuoso, descansó mi spíritu con los dioses.
Antonio de Guevara. Obras completas . I:270.
Ed electrónica del Proyecto Filosofia en español
Y ahora veámoslo en el Relox de principes (lib. III cap. viii):
Teniendo edad de treynta y siete años halléme un invierno en la ysla de Cethim, que agora se llama Chipre, en la qual ay un monte pequeño (aunque fragoso) que se llama el monte Archadio, do se cría la yerva flabia, de la qual dizen los antiguos que, si la cortan, destila de sí sangre, y aquella sangre aprovecha para que si ensangrientan a una persona con ella estando caliente (aunque no quiera), os ha de amar; y si la untan con sangre fría, os ha de aborrescer. Desto desta yerva no pongas en ello dubda, ca yo hize la esperiencia, en que unté con aquella sangre a una persona, la qual primero perdió la vida que no el amor de mi persona. Uvo en aquella ysla un rey muy exemplar en vida y muy famoso en clemencia, aunque es verdad que por escripto ni por palabra no pude saber el nombre que tenía, mas de quanto estava sepultado sobre quatro colunas en un sepulcro marmóreo, y en torno del sepulchro estava un letrero escripto en griego, y muy antiguo, el qual entre otras muchas cosas dezía estas palabras:
Todo el tiempo que los inmortales dioses me dieron vida, ésta fue la orden que tuve en governar a mi república.
Lo que pude hazer por bien, nunca lo hize por mal.
Lo que pude alcançar con paz, nunca lo tomé por guerra.
A los que pude vencer con ruegos, nunca los espanté con amenazas.
Lo que pude remediar secreto, nunca lo castigué en público.
A los que pude corregir con avisos, nunca los lastimé con açotes.
A ninguno jamás castigué en público, que primero no le avisasse en secreto.
Nunca consentí a mi lengua que dixesse mentiras, ni permití a mis orejas que oyessen lisonjas.
Refrené a mi coraçón a que no desseasse lo ajeno y persuadíle a que se contentasse con lo suyo proprio. [669]
Velé por consolar a los amigos y desveléme por no tener enemigos.
Ni fui pródigo en gastar, ni cobdicioso en rescebir.
Nunca de una cosa hize castigo sin que primero no perdonasse quatro.
De lo que castigué tengo pena y por lo que perdoné tengo alegría.
Nascí hombre entre los hombres y por esso comen mis carnes aquí los gusanos.
Fui virtuoso entre los virtuosos y por esso descansa mi espíritu con los dioses.
Antonio de Guevara. Obras completas . II:668-69.
Ed electrónica del Proyecto Filosofia en español
Emilio Blanco, en su edición anotada del Relox de príncipes de 1994 (Madrid: ABL editor), pp. 730-31), ya señaló la ampliación de la versión del Relox de príncipes. Ahora, será difícil fijar la fuente concreta de cualquiera de estos testimonios posteriores por la contaminación textual entre [las ediciones del’] Libro áureo y el Relox de príncipes. Señala Blanco (p. xiv): “Si la práctica editorial fue poco escrupulosa con los títulos, aún lo fue menos con los textos, porque también desde bien temprano va a mezclar unos y otros bajo cualquiera de las dos denominaciones”. Menciona concretamente la edición valenciana del Libro áureo del 6 de marzo de 1532, en las prensas de Juan Navarro, la novena de las ediciones conocidas a tan solo cuatro años de la princeps. De hecho, el epitafio allí ya es el ampliado del Relox de príncipes:
Uuo en aquella isla vn rey | muy exem|plar en vida/y muy famoso en | clemencia/aunque es verdad que por escri|to ni por palabra no pude saber el nom|bre que tenia/mas de quãto estaua sepul|tado sobre quatro colunas en vn sepul|cro marmoreo/y en torno del sepulchro | estaua vn letrero escrito en griego y muy | antiguo/el qual entre otras muchas co|sas dezia estas palabras.
⸿ Todo el tiempo que los immortales dio|ses me dieron vida/esta fue la orden que | tuue en gouernar mi republica.
⸿ Lo que pude hazer por bien nunca lo | hize por mal.
⸿ Lo que pude alcançar con paz:nunca | lo tome por guerra.
⸿ A los que pude vencer con ruegos:nun|ca los espante con amenazas.
⸿ Lo que pude remediar secreto:nunca | lo castigue en publico.
⸿ A los que pude corregir con auiso:nun|ca los lastime con açotes.
⸿ A ninguno jamas castigue en publico | que primero no le auisasse en secreto.
⸿ Nunca consenti a mi lengua que dixes|se mentiras/ni permiti a mis orejas que | oyessen lisonjas.
⸿ Refrene a mi coraçon/a que no desse|asse lo ageno/y persuadile a que se cõten|tasse con lo suyo propio.
⸿ Uele por consolar a los amigos /y de|sueleme por no tener enemigos.
⸿ Ni fui prodigo en gastar /ni codicioso | en rescebir.
⸿ Nunca de vna cosa hize castigo sinque | primero no perdonasse quatro.
⸿ De lo que castigue tengo pena/y por | loque perdone tengo alegria.
⸿ Nasci hombre entre los hombres/y | poresso comen mis carnes aqui los gusa|nos.
⸿ Fui virtuoso entre los virtuosos / y por esso descãsa mi spiritu cõ los dioses.”
El mismo texto, basado en la versión del Relox de principes, apareció en un impreso portugués en 1730:
O que pude fazer por bem, nunca o fiz por mal.
O que pude alcançar por paz, nunca o tomey com guerra.
O que pude vencer com rogos, nunca o afugentey com ameaços.
O que pude remediar em segredo, nunca o castiguey em publico.
O que pude emendar com avisos, nunca o castiguey com açoutes.
Nunca castiguey em publico que primeiro naõ avisasse.
Nunca consenti à minha lingoa que dissesse mentira, nem permitti a meus ouvidos, que ouvissem lisonjas.
Refreey meu coraçaõ, para que naõ desejasse com o seu pouco.
Veley por conservar meus amigos, e desveleime por naõ ter inimigos.
Naõ fuy prodigo em gastar, nem cobiçoso em receber.
Do que castigue tenho pezar, e do que perdoey alegria.
Nasci homem entre os homems, por tanto comem os bichos minhas carnes.
Ouvi virtuoso, e vivi virtuoso com os virtuosos, por tanto descançará a minha alma com Deos.
El cronista portugués le da al texto un sesgo interesante. En vez de ser un aviso de príncipes general se le pone como ejemplo a seguir por el joven rey de Portugal, Sebastião, que solo tenía tres años cuando sucedió a su abuelo João III: ‘No monte Archivo da Ilha de Chipre na sepultura de hum Principe daquelle Reyno foraõ achados huns versos em Grego, que se enviaraõ a ElRey D. Joaõ III. e a Rainha pelos ouvir louvar muito, e ver o proveito, e utilidade que delles podia proceder; no dia antes que ElRey seu neto tomasse o governo do Reyno, lhos deu, dizendo, que lhe pedia, e encomendava muito, que trabalhasse por deixar outro tal epitafio em sua sepultura’ (Chronica do muito alto, e muito esclarecido Principe D. Sebastião, p. 371).”
Otra vez citando el post anterior: “Nuestro colega Pedro Pinto (BITAGAP) ha identificado el texto como la Chronica do muito alto, e muito esclarecido principe D. Sebastião, decimosexto rey de Portugal composta por D. Manoel de Menezes, Chronista mòr do Reyno, e General da Armada Real … (Lisboa Occidental: Na officina Ferreyriana, 1730). Actualmente se le considera obra de José Pereira Bayão (1690-1743)
Ahora, por pura coincidencia Maria de Lurdes Rosa (también de BITAGAP) había topado con el mismo texto en las Anedotas portuguesas e memorias biográficas da corte quinhentista: istorias e ditos galantes que sucederaõ e se disseraõ no paço. La obra, anónima, aparece en el MS P-129 de la Library of Congress en Washington, un manuscrito del s. XVII. Sin embargo, contiene una serie de anécdotas que, según el editor de la obra, Cristopher Lund, fueron escritos por Rui Lourenço de Távora (c. 1490-1576), trinchante de João III. El texto del epitafio de la traducción portuguesa, por lo tanto, tiene que fecharse entre 1557, fecha de la subida del trono de Sebastião, y 1576, fecha de la muerte de Távora—y de hecho probablemente algunos años antes, porque el mismo, nombrado virrey de India, murió en el viaje antes de llegar a Mozambique (Wikipedia).
Lund edita el pasaje del manuscrito washingtoniano:
No monte Archino da Ilha de Chipre na sepultura de hũ Princepe daquelle Rno, foraõ achados hũns verços escritos em Grego, os quais se inviaraõ a elRey D. João o 3o, e a Raynha por lhos ouvir louvar m.o, e ver o proveito delles, hũ dia antes que elRey tomace o governo lhos deu, dizendolhe que lhe pedia, e encomendava m.o que trabalhace por deixar de ssy outro epitafio tal em sua sepultura, porque muitas vezes ouvira dizer a elRey seu Avó, que só aquillo envejava. Aceitou elRey D. Sebastiaõ o papel com rosto alegre, e respondeo à Raynha que o viria, e procuraria quanto em sy fosse de imitar seus consos; e quando menos seria companheiro na inveja delRey seu Avó. Os verços saõ estes:
— O que pude fazer por bem, nunca o fiz por mal.
— O que pude alcançar com paz, nunca o tomei com guerra.
— O que pude vencer com rogos, nunca o espantei com ameassas.
— O que pude remediar em secreto, nunca o castiguei em publico.
— Os que pude emmendar com avizos, nunca os castiguei com açoutes.
— Nunca castiguei em publico, que pro naõ avizace em secreto.
— Nunca concenti a minha lingoa, que dissece mentira.
— Nunca permiti a meus ouvidos, que ouvicem lizonjas.
— Refreei meu coraçaõ, p.a que naõ dezejace o alheyo, & acabei com ele que se contentace com o seu proprio.
— Velei por concervar meus amigos, e desveleime por naõ ter inimigos.
— Naõ fuy prodigo em gastar, nem cobiçozo em receber.
— Nunca de couza fiz castigo, que pro naõ perdoace quatro.
— Do que castiguei tenho paixaõ, e do que perdoei alegria.
— Naci homê entre os homens: por tanto comem os bichos minhas carnes.
— Vivi vertuozo com os vertuozos; portanto descançará minha alma com DS
Queda poco probable que este MS sirviera de antígrafo de la versión impresa de 1730 por las numerosas discrepancias (v.g. Anedotas “espantei” [como en el texto español “espante”] vs. 1730 “afugentey”).
Ahora, ¿cómo llegó el epitafio del rey de Chipre a las manos del trinchante de João III? La primera edición del Relox de príncipes sale en Valladolid el 8 de abril de 1529. La segunda sale de los tórculos del impresor Germão Galharde precisamente en Lisboa el 13 de septiembre del mismo año por orden de João III, a cinco meses escasos de la primera. Ruy Lourenço de Távora pudo conocer el epitafio del rey de Chipre en cualquier de las trece ediciones impresas entre 1529 y 1568 (Canedo 1946:374-81), porque, “sintetizando, os elementos de que dispomos permitem-nos, pois, concluir que a obra de Guevara era, no seu conjunto, conhecida nos círculos da corte portuguesa no século XVI. … O Relox de Príncipes, editado em Lisboa em 1529, quase em simultâneo com a edição de Valladolid, terá alcançado nesses círculos uma ressonância significativa, até em virtude de ser publicado por ordem de D.João III; foi certamente lido na corte, talvez em voz alta, como era tão habitual na época, e quer D. João III quer a rainha D. Catarina, bem como fidalgos e damas” (Buescu: 2009:169-70)
Es esto una ilustración del gran predicamento de que gozaban estas obras de Guevara en la Europa del s. XVI, con decenas de ediciones en francés (desde 1531), italiano (1543), inglés (1535), holandés (1565) e alemán (1574)—pero no en portugués; porque no hacían falta, según oportunamente nota P. Fernando F. Lopes, aunque supone—y con razón, como lo demuestran las Anedotas portuguesas citados aquí—que “traduções inconscientes e disfarçadas, ou melhor, aproveitamento dos seus ditos saborosos, sentenças e anedotas, essas estou em crer que abundam nos livros portugueses publicados, sobretudo nos livros sentenciosos, de oratóricas e formação moral dos séculos XVI e XVII.” Cita a continuación tres manuscritos inéditas de ese tipo, de los cuales el más interesante, por su título, es el Peculio de sentenças, maximas, conceitos, bons ditos e noticias curiosas extractadas de varios autores, entre os quaes Fr. Heitor Pinto e D. Antonio de Guevar del s. XVII (Coimbra: Bibl. da Universidade, ms. 27).
Charles B. Faulhaber
University of California, Berkeley
Debo a la gentileza de la profesora Rosa las indicaciones bibliográficas que siguen.
Álvarez-Cifuentes, Pedro. “Uma voz à meia-luz: Memória de algumas cousas que Rui Lourenço de Távora passou com o rei D. João III”. En Vozes e letras. Polifonia e subjectividade na literatura portuguesa antiga, ed. Tobias Brandenberger e Maria Ana Ramos, Berlin / Münster: LIT Verlag, 2019:179-93.
Buescu, Ana Isabel. “Corte, poder e utopia: O Relox de príncipes (1529). de Fr. Antonio de Guevara e a sua fortuna na Europa do século XVI.” Estudios Humanísticos. Historia 8 (2009): 69-101 (= eHumanista 12 2009]: 145-81).
Canedo, P. Lino G. “Las obras de fray Antonio de Guevara. Ensayo de un catalogo completo de sus ediciones.” Archivo Ibero-Americano 22-23 (1946): 441-603.
Lopes, Fernando F. “Traduções manuscritas portuguesas de Fr. António de Guevara.” Archivo Ibero-Americano 22-23 (1946): 605-07.
Lund, Christopher C., ed. Anedotas portuguesas e memorias biográficas da corte quinhentista: istorias e ditos galantes que sucederaõ e se disseraõ no paço. Coimbra: Livraria Almedina, 1980