Alexander von Humboldt Stiftung – Universität Münster
El 27 de junio de 2016 veinte jóvenes investigadores, de distintas nacionalidades y procedencias, se encontraron en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid para lo que serían cinco días de trabajo intenso, intercambio de ideas, adquisición de nuevas competencias y, por supuesto, de convivencia y contacto con otros profesionales interesados en las fuentes materiales de la Edad Media y el Renacimiento hispánicos. Seleccionados entre más de ochenta candidatos con perfiles igualmente excelentes, estos veinte participantes, de trasfondos académicos y especialidades variados, pudieron disfrutar de una semana de introducción a las disciplinas sobre las que se apoya PhiloBiblon, a saber, las Humanidades Digitales, la Paleografía, la Codicología y la Bibliografía, así como trabajar de primera mano con el tipo de ejemplares antiguos y de herramientas informáticas que le han dado forma, en lo que ha sido el II Seminario Internacional Cilengua PhiloBiblon.
Tras una breve presentación a cargo de Carlos Alvar (Universidad de Ginebra) y Ángel Gómez Moreno (Universidad Complutense), el seminario arrancó con una más que breve introducción a las Humanidades Digitales de María Morrás (Universitat Pompeu Fabra) que, por la brevedad del tiempo y los distintos grados de formación técnica de los asistentes, tuvo que limitarse a un repaso por los proyectos pioneros del campo y a señalar algunos aspectos conflictivos de la cada vez más reconocida disciplina. Su voluntad divulgativa acercó el tema incluso al más lego en la materia y, unida a los materiales complementarios, esta charla sirvió para conocer mejor los derroteros por los que circula la investigación en Humanidades Digitales en España. Acto seguido, la sesión sobre Codicología impartida por Gemma Avenoza (Universitat de Barcelona) recondujo la jornada hacia terrenos más prácticos y supo captar muy bien la atención de los participantes, que poco después tuvieron que aplicar los conocimientos de descripción codicológica recién adquiridos a manuscritos reales, seleccionados por sus características materiales de entre los del excelente fondo de la Biblioteca Histórica. De hecho (y esto sería una constante a lo largo del seminario), la parte práctica fue, con diferencia, más enriquecedora que la teórica, en tanto cada códice presentaba alguna característica que permitía entender y ver las dificultades y la importancia de una exhaustiva y correcta descripción codicológica.
Ya en la sede de Cilengua, en el monasterio de San Millán de la Cogolla, la segunda jornada estuvo por completo dedicada a la Paleografía, con presentaciones con distinto grado de interés de José Antoni Iglesias-Fonseca (Universitat Autónoma de Barcelona), Gemma Avenoza (Universitat de Barcelona) y Óscar Perea Rodríguez (Lancaster University). Lo amplio de la materia imponía un acercamiento superficial, pero suficiente para afrontar la sesión práctica de la tarde, por lo que las exposiciones alternaron lo específico y lo general en una justa medida. Sin embargo, sin duda el gran acierto de esta jornada fue enfrentar a los veinte participantes a documentos de diferentes épocas, tipos y en las distintas lenguas peninsulares, dando preferencia a aquellos en las lenguas que los jóvenes investigadores no dominaban, forzándolos con ello a fijarse en los rasgos de la escritura y a no fiarse de su instinto lingüístico. El resultado fue una jornada exigente pero, a la vez, fructífera, que Ángel Gómez Moreno se encargó de distender poniendo a los estudiantes a buscar distintas especies de flores en los alredores, las cuales él mismo había identificado previamente en distintas iluminaciones de manuscritos medievales.
Las exposiciones de la tercera jornada, a cargo de José Luis Gonzalo Sánchez-Molero (Universidad Complutense), Lourdes Soriano (Universitat de Barcelona) y Gemma Avenoza (Universitat de Barcelona), introdujeron a los participantes al libro antiguo y la descripción bibliográfica. A destacar la del primero de todos, que fue recibida con gran entusiasmo por los estudiantes gracias a su carácter didáctico, visual y familiar, que supo transmitir no tanto conocimientos como el amor y el interés por el libro como objeto. Entusiasmo que la sesión práctica de descripción bibliográfica se encargó de perpetuar, poniendo a disposición de los participantes bellos ejemplares incunables y quinientistas del propio fondo de Cilengua, y que ni tan siquiera el altísimo grado de detalle de los formularios de trabajo de Philobiblon, con el que los estudiantes tuvieron que lidiar, fue capaz de atenuar.
En la cuarta jornada, Óscar Perea Rodríguez (Lancaster University) profundizó en la historia y el funcionamiento de PhiloBiblon como base de datos bibliográfica, materia de la sesión práctica del día. El carácter poco técnico de la sesión logró interesar a todos los estudiantes por igual, si bien los participantes con mayores conocimientos informáticos se sintieron ligeramente decepcionados por la ausencia de referencias a la estructura o a las características técnicas de PhiloBiblon, omitidas por los organizadores para no espantar a los no familiarizados con el campo de las bases de datos. No obstante esta pequeña diferencia de opinión, la exposición sí supo transmitir la idea, central para el seminario, de que PhiloBiblon es un proyecto colaborativo, en continuas revisión y ampliación, al que todos podemos –y debemos– contribuir. Por su parte, Carlos Alvar (Universidad de Ginebra), Elisa Borsari (Universidad de Alcalá de Henares) y Gemma Avenoza (Universitat de Barcelona) se centraron en el lugar de las traducciones dentro de Philobiblon, lo que sirvió, sobre todo, para no saturar a los participantes con el componente técnico de la jornada.
Finalmente, el último día se dedicó a las vicisitudes de los ejemplares antiguos, con una exposición breve de Lourdes Soriano (Universitat de Barcelona) sobre los hábitos de los bibliófilos y otros poseedores de libros, y a discutir los logros, los fracasos, los objetivos y el futuro de PhiloBiblon, tras lo cual los participantes regresaron a Madrid. En esta ocasión el componente práctico había sido sustituido por una estructura de mesas redondas, abiertas a la discusión, pero la participación de los estudiantes fue escasa, lo que debe atribuirse por igual a la timidez, el cansancio y al carácter más bien descriptivo de las cuestiones a tratar. El rellenar evaluaciones sobre el seminario consumió el resto de la jornada, sin embargo, se trata de un mal necesario ya que precisamente gracias a estas evaluaciones el II Seminario Internacional Cilengua PhiloBiblon ha significado un paso adelante respecto a su anterior edición.
Efectivamente, los organizadores parecen haber tenido en cuenta las críticas de los participantes en el primer seminario: las sesiones prácticas han prácticamente doblado su duración y el trabajo con los objetos de estudio y las herramientas reales se ha intensificado (ejemplares y formularios de trabajo). Asimismo, los participantes han recibido más documentos de apoyo –incluso demasiados, teniendo en cuenta la duración del seminario– y, aunque los temas y los docentes han permanecido más o menos inalterados respecto al año anterior, da la impresión de que el reciclaje de los materiales ha sido relativamente moderado y de que se ha adaptado el contenido al nuevo énfasis en la parte práctica. Incluso el alojamiento, al parecer, ha mejorado. Finalmente, el componente técnico se ha moderado para no desplazar a los participantes con menos conocimientos informáticos, de manera que lo que antes era teoría ha sido sustituido por un mensaje que invita a acercarse a las herramientas informáticas como algo propio pero, sobre todo, colaborativo.
En resumen, el II Seminario Internacional Cilengua PhiloBiblon asegura la continuidad de estos cursos y refleja la capacidad de sus organizadores para reconocer y paliar sus debilidades, por lo que los sucesivos seminarios sólo pueden ir a mejor. Aunque aún queda camino por recorrer para encontrar el equilibrio óptimo entre teoría y práctica, y entre conocimientos técnicos y no técnicos, el seminario satisface su objetivo de formar a los jóvenes investigadores “en las técnicas de descripción del libro medieval y renacentista” y “en la metodología de Philobiblon”. En consecuencia, puede decirse que el II Seminario Internacional Cilengua PhiloBiblon ha sido todo un éxito, una experiencia enriquecedora para sus participantes y, sobre todo, un paso en la dirección correcta. Nuestra enhorabuena y nuestro agradecimiento para los organizadores.