¿Perteneció a don Diego Hurtado de Mendoza el códice del Cancionero de Baena parisino (PN1)?

La historia del Cancionero de Baena, MS Espagnol 37 de la Bibliothèque Nationale de Francia (Dutton PN1), es bien conocida desde que llegó a El Escorial a finales del s. XVI (aunque con un período oscuro a principios del s. XIX).

¿Pero cómo y cuándo llegó al Escorial? Hasta la edición de Azáceta de 1966, todos los eruditos lo identificaron con uno de los manuscritos de la biblioteca de Isabel I de Castilla citados en el inventario de 1503, publicado por Diego Clemencín en 1821, dentro de su Elogio de la Reina Católica Doña Isabel (p.  457):

“133. Otro libro de marca mayor de pergamino de mano en Romançe que es de coplas de alonso aluarez de villa Sendino e otros que tienen las coberturas de cuero colorado.

134. Otro libro de pliego entero de mano en papel A coplas de Romançe que se dize tratado de alonso de vaena las coberturas de Cuero negro.”

Muchos de los libros de Isabel la Católica pasaron a la Capilla Real de Granada, aunque la reina no los mencione explícitamente en su testamento; pero en 1591, cuando Felipe II mandó que se trasladaran los libros de la Capilla Real a El Escorial, ninguno de los dos MSS mencionados en el inventario de 1503 aparece entre los enviados .

Así siguió el estado de la cuestión hasta que Barclay Tittmann probó en 1968 que PN1 no podía haber sido el antígrafo de un poema de Francisco Imperial (“Gran sosiego y mansedumbre”) citado por Gonzalo Argote de Molina en su edición de la Historia del gran Tamorlán (Sevilla, 1582) como de un MS del Escorial, ni tampoco lo fue de los poemas de Villasandino citados en la Nobleza de Andaluzía (1588) del mismo Argote de Molina, ni de los transcritos en BNE MSS/3788 (Dutton MN15), que figuraban en “el libro grande original de Cancionero de S. Lorenço el Real.” Esta hipótesis fue corroborada, seguida y ampliada tanto por Alberto Blecua (1974-79) como por Dutton y González Cuenca en su edición de PN1 (1993).

Sin embargo, a todos se les ha escapado el siguiente asiento del inventario de “La biblioteca de don Diego Hurtado de Mendoza (1576)”, editado por Gregorio de Andrés en 1964, que lo tomó del MS. 1284 de la Biblioteca Municipal de Besançon (Francia), una copia de hacia 1646 del original (pág. 280):

“575. Cancionero español recopilado en tiempo del rey don Juan del Segundo, por Juan Alfonso de Baena, en papel, en folio mayor.”

Nicolás Antonio da exactamente el mismo título en la primera edición de su Bibliotheca Vetus (1696, II, págs. 165-66). Podemos deducir entonces que este códice puede ser PN1, como indica la referencia a su tamaño, “folio mayor” y por la semejanza del título con el del catálogo de hacia 1600 editado por el P. Zarco en 1929 (vol. III, pág. 510), con dos de las cotas que todavía se encuentran en PN1:

“Ioan Alonso de Baena. Copilacion de diuersas obras de diversos poetas. i. E. 3. ii. E. i. Ξ. 8. i.Θ. 2.”

Elisa Ruiz, en su estudio de 2004 sobre los libros de la biblioteca de Isabel la Católica (pág. 66), cotejó las descripciones del inventario de 1503 con los MSS existentes que se pueden identificar con certeza. Así, estableció que los MSS de “marca mayor” oscilan entre 450 y 300 mm de altura, mientras que los de “pliego entero” (in-folio)  oscilan entre 300 y 250 mm. PN1 mide 410 mm de altura y es, precisamente, de folio mayor. Por lo tanto, parece muy probable que el mismo códice que estaba entre los libros de Diego Hurtado de Mendoza sea el que hoy reposa en la biblioteca parisina. Queda la pequeña duda de si de hecho fue suyo o no, porque en el inventario de 1576 editado por Andrés había libros de “D. Diego Hurtado de Mendoza y otros” (énfasis nuestro).

Por ello, haría falta un estudio completo de la biblioteca de este gran erudito español para corroborar al cien por cien nuestra sospecha acerca de que el códice que hoy conocemos como PN1 estaba entre sus libros, o si, por el contrario, su procedencia era de esos “otros” señalados por el inventario de 1576. El cómo llegó a la biblioteca de Don Diego, o a otras bibliotecas afines, es todavía una incógnita. Por el momento, sólo tenemos algunas pistas y especulaciones que procuraremos resolver en el futuro.

Para más sobre la historia de PN1, véase este enlace a manid 1632.

Algunos datos más sobre los cancioneros de Baena se pueden encontrar en este otro enlace a texid 1419:

Charles B. Faulhaber / Óscar Perea Rodríguez

P.D. 22 de junio de 2016: En junio de 2015 un hallazgo de Ángel Gómez Moreno en la biblioteca de la Catedral de Palencia hizo posible identificar el antiguo dueño de PN1 no como Hurtado de Mendoza sino como el caballero soriano don Jorge de Beteta y Cárdenas [bioid 2197]. Véase nuestro artículo “¿Cuántos Cancioneros de Baena?” en el vol. 31 de e-Humanista: http://www.ehumanista.ucsb.edu/volumes/31